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alriotic2005

TOP 5: ASESINATOS MÁS ESCALOFRIANTES.

5. LA ABUELA DESTRIPADORA:

Samsonova es una mujer rusa de 68 años de edad que asesinó y comió a al menos 11 personas y llevó un diario donde detallaba sus crímenes. Ella mató a su amiga, Valentina Ulanova, envenenando su ensalada con píldoras para dormir y utilizando una sierra de mano para desmembrarla mientras todavía estaba viva.


4. "MEGAN IS MISSING":

Megan is missing es una película que se hizo viral en las redes sociales recientemente. Esta historia no es real, pero está basada en el caso de Ashley y Miranda.

En agosto de 1997, Weaver comenzó un romance con una mujer que conoció en el trabajo. Juntos e mudaron a la casa que él tenía alquilada en South Beavercreek Road, en Oregon City. Mallori la hija de Weaver, de 12 años de edad en ese momento, se hizo amiga de Ashley Marie Pond y Miranda Diane Gaddis.


En agosto de 2001, Ashley acusó a Weaver de intentar violarla, pero la policía no investigó. El 9 de enero de 2002, Ashley desapareció de camino a la escuela. Dos meses después, el 8 de marzo, Miranda desapareció. No se volvió a ver a ninguna de las dos chicas con vida.

El 13 de agosto, Weaver fue detenido por violar a la novia de 19 años de su hijo. Al llamar al 911, Francis, el hijo de Weaver, dijo a los agentes de emergencias que su padre había admitido haber matado a Ashley y Miranda.


3. EL DESCUARTIZADOR DE MAJADAHONDA:

Pese a que no se encontraran los cadáveres, Bruno Hernández, conocido como el descuartizador de Majadahonda, fue condenado por dos espeluznantes crímenes. No hay rastro de los cuerpos porque se deshizo de las dos víctimas, primero de su tía y luego de su inquilina, con una picadora industrial.

Los perros de la Guardia Civil dieron la pista de que en el sótano de la vivienda donde residía su inquilina, una mujer de 54 años y nacionalidad argentina, había restos humanos en el suelo y las paredes, perceptibles pese a haber sido pintadas, así como "muestras grandes como un charco o un arrastre" en una zona concreta.

También en ese sótano los agentes encontraron una picadora industrial con la que se cree que el acusado trituró a su tía Liria, desaparecida en 2010, y su inquilina y pareja Adriana, desaparecida en 2015.


2. LISA MONTGOMERY:

Ella mentía constantemente acerca de que estaba embarazada y perdía sus bebés. En 2004, entabló amistad con la embarazada Bobbie Jo Stinnett, se apareció en su casa, la estranguló con una cuerda, le cortó la barriga y le sacó el bebé. Bobbie Jo solo se había desmayado, así que se levantó y luchó para quitarse a Lisa de encima, pero luego Lisa la asesinó.


1. EL CRIMEN DE LA FAMILIA ALEXANDER:

En los años 70, en Tenerife, se llevó a cabo uno de los crímenes más atroces de la historia, protagonizada por Harald y Frank Alexander, padre e hijo.

Harald y Frank Alexander, fueron a hablar con la joven Sabine (15 años), su empleada del hogar e hija y hermana de los recién llegados."Hemos matado a mamá y a tus hermanas", dijo el mayor de los Alexander. Pero la joven, lejos de salir corriendo, cogió la mano de su padre y respondió: "Estoy segura de que habéis hecho lo que considerasteis necesario".

Los miembros de la familia alemana eran prácticamente unos desconocidos de quienes solo tenían noticias cuando escuchaban los extraños rezos y plegarias que atravesaban las paredes.

Después de que los agentes echaran abajo la puerta, se dieron de bruces con una traumática escena: sangre en las paredes procedentes de los tres cuerpos mutilados y abiertos en canal de Dogmar, Marina y Petra. La gemela de esta última se libró, no se sabe si por casualidad o como parte del plan.

A ojos de cualquiera, el escenario del crimen parecía claramente un intento de ritual: a todas les habían extirpado los pechos y los genitales y los habían colgado en la pared. Junto a ellos, también estaban sus corazones. Como se demostraría más adelante en el juicio, aquel día, en un arrebato de Frank en el que creyó haber sentido una señal del Mesías, cogió una percha y golpeó con ella tantas veces como quiso a su madre, para después repetir lo mismo con sus hermanas. De su padre no salió una palabra, solo la melodía procedente del acordeón al que acariciaba mientras su hijo cometía los atroces crímenes sin gota de arrepentimiento.

El tribunal optó por la libre absolución por trastorno psíquico al considerar que fueron “autores no responsables” de los tres parricidios con la eximente completa de enajenación mental, por lo que ambos fueron ingresados, sin fecha de fin, en un centro destinado a los enfermos condenados. Pero sus paredes solo lograron retenerlos unos años, ya que, entrados los 90, padre e hijo consiguieron escapar del centro

sin que nadie llegara a saber jamás cómo lo hicieron.

Pese a la orden de búsqueda que activó la Interpol en 1995, nunca dieron con el paradero de los Alexander, de ninguno. Tampoco de Sabine, la única superviviente cuyo testimonio habría sido clave en el juicio, aunque nunca pisó los tribunales porque lo último que se supo de ella es que ingresó en un convento.



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